17 oct 2012

AMORT


Por: Laura Bayer Yepes


Amor: del griego “a”, que significa “sin”; del esperanto “mort”, que significa “muerte”. Sin muerte.

Te veo y me dan ganas de asesinarte. O de devolverte el favor, para que te quedes conmigo y nunca puedas ser tú mismo.

Quisiera agarrarte como un muñeco de trapo, para que, sin que peses, pueda cargarte y lanzarte desde un vigésimo piso, que caigas sentado, la columna vertebral te salga por el cuello y la cabeza te quede colgando. Pero eso sería un  menor castigo que lo que me hiciste.

Aún lo recuerdo, ¿sueles hacerles daño a los desconocidos? Yo era una aparecida en tus delirios de princesa, porque era tu sueño materializado en otro cuerpo. Y como estás tan acostumbrado a adular tu reflejo, confundiste la pantalla del computador con un espejo y lanzaste tus dagas.

Los circuitos, el espectro electromagnético y todas esas cosas de Ingeniería Electrónica de las que no quiero saber, hicieron su trabajo y me propinaron el tiro de gracia.

“La amo”, decían claramente esas palabras que me cercenaron los ojos.

Y con el miedo que le tengo a existir para siempre, por quedarme sin qué hacer, pronunciaste tu jeringonza y me volviste inmortal sin más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario