12 mar 2014

PARA CERRAR LOS OJOS


Por: Laura Bayer Yepes 

Serie: Cuerpo



Para cerrar los ojos hay que hacer mímica. Unos ojos bien cerrados pueden comunicar los deseos más profundos del corazón o la entrepierna. 

La luz debe estar preferiblemente apagada, o bien, oculta tras algún manto de sombra instantánea. Si la luz está encendida, es posible que los orbiculares que rodean el globo ocular se contraigan con más fuerza, imprimiéndole brusquedad a las reacciones en cadena que vengan después de este cierre de ojos.

Para cerrar los ojos es preciso articular los nudillos y fijar las falanges en comunión con algunos músculos, ojalá dorsales, pectorales o glúteos, según el caso.

Para cerrar los ojos hay un músculo que debe estar empaquetado. Con los ojos cerrados, también se puede abrir la boca, sonreír o soplar.

Cerrar los ojos aleja sentimientos negativos: el miedo y la ira siempre miran fijamente. 
Para cerrar los ojos se requieren columna vertebral y brazos fuertes, también un músculo sartorio muy sensitivo; este es como una lámpara mágica que logrará cerrar muchos ojos.

Rotar el cuello también es importante, unos ojos pueden dejar de cerrarse si el cuello se mantiene en una sola posición. 

Para cerrar los ojos es necesario aprender a palpar, cada pliegue, cada cicatriz, cada lunar. “Cerrá los ojos, apagá la luz, es grosero mirar”, solo se permitirá abrirlos cuando ya no haya músculos qué tensar.

(Para S.C.B.)

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